Faltaba solo una hora para que tome su vuelo de regreso a su país, Argentina, pero prefirió llevarse un par de anteojos y un perfume valorizados en 300 dólares. Gutierrez ya estaba siendo vigilado por la seguridad del aeropuerto Jorge Chávez por su comportamiento sospechoso.
Cuando fue intervenido por la seguridad del aeropuerto, el detenido intentó defenderse diciendo: “Tenía el producto en la mano, el perfume y los anteojos. El señor de seguridad se acercó y me detuvo ahí. Le dije por favor que me acompañe a encontrar a mi amigo para que me diera el dinero que faltaba”.
El director de seguridad, el coronel Alfredo Vildoso, piensa diferente: “[Él] lo toma, lo guarda en su chaqueta y abandona el lugar. No había intención de pasar por la caja en absoluto porque la caja está de otro lado”.