Luego de conquistar la cima del mundo, Víctor Rímac regresó al Perú para contar su hazaña, esa que le permitió tocar el cielo con sus manos. El montañista huaracino narró en exclusiva para Panamericana Televisión cómo fue su travesía para llegar a los más de ocho mil metros de altitud y colocar la bandera peruana sobre el monte Everest, que es considerado el punto más alto del planeta.
El héroe peruano aseguró que lo más peligro de escalar al Everest es la falta de oxígeno, pero dijo que el hecho de nacer y crecer en Huaraz le ayudó enormemente en el proceso de aclimatación. Cuenta que en el campamento cuatro, donde empieza a escasear el oxígeno, muchos de sus colegas abandonaron la travesía, pero Rímac no se rindió y logró llegar a la cima.
Una vez arriba, agarró la bandera peruana y la plantó mientras el viento helado la flameaba con fuerza. Luego, antes de los quince minutos, descendió porque permanecer más tiempo arriba era un riesgo para su vida. Dice que la vista desde el Everest es fenomenal porque desde allí se puede apreciar la curvatura de la Tierra.
