La capital del Perú se vio desabastecida del servicio de agua potable durante algunos días. Tras ello, gran cantidad de limeños y limeñas salieron a las calles en búsqueda del preciado recurso. El panorama en varios puntos la ciudad no era distinto, pues largas colas se formaron en los reservorios que dispuso Sedapal.
Niños, adultos e inclusive ancianos no dudaron en ir con baldes, ollar u otros enseres para la recolección el líquido vital. Por ejemplo, en el Parque del Avión, ubicado en el distrito del Rímac, la fila de personas era casi interminable. Algunos de ellos tuvieron que esperar varias horas para recibir una cantidad racionada del elemento hídrico.
La desesperación fue tal entre la población que ciertos ciudadanos tuvieron que ir a fuentes para juntar la poco que había quedado estancado. Siguiendo el mismo accionar, otros acudieron a pozos que almacenan el recurso especialmente para el riego de áreas verdes. Asimismo, vecinos de Chorrillos fueron a los Pantanos de Villa para conseguir agua.
En otros puntos de Lima, algunos optaron por asistir a conocidos supermercados, pero en cuestión de horas se quedaron desabastecidos del vital producto. Además, hubo inescrupulosa que aprovecho el momento de desesperación para vender botellas con agua, en inmediaciones del Mercado de Monterrico, ubicado en Santiago de Surco.
Durante el fin de semana, Sedapal anunció que el servicio retornaría a los hogares limeños y chalacos a tempranas horas del día lunes, pero con la posibilidad de continuar con las restricciones ante la posible caída de más huaicos en el caudal del río Rímac.