Los estacionamientos subterráneos fueron construidos con el objetivo de reordenar la vía pública y disminuir el tráfico en los distritos de San Isidro y Miraflores. Sin embargo los conductores continúan dejando estacionados sus autos en lugares prohibidos.
En los estacionamientos subterráneos de Miraflores un gran número de chóferes aprovechan el periodo de marcha blanca para dejar sus vehículos en cualquiera de los tres niveles.
Pero en el tercer sótano sí encontramos espacios libres, sin embargo, hay choferes que prefieren ocupar las calles y quitarle espacio al peatón.
Panorama similar se registra en la avenida Navarrete, en San Isidro donde se cobra una tarifa por el estacionamiento. En el lugar se observa gran cantidad de espacios libres y en otra planta separada por algunos conos, no observamos un solo auto estacionado.
Parece importales poco o nada las multas a los infractores. Algunos señalan las tarifas como obstáculo para ocupar estos espacios, pero queda claro que no solo es cuestión de dinero, también es un tema de educación y respeto a las normas.