La revuelta que dejó una fallecida, 17 heridos y 40 detenidos en Huaycán, tuvo su origen en acusaciones infundadas. Y es que los pobladores confundieron a trabajadores de una encuestadora con supuestos traficantes de órganos.
Los enardecidos sujetos los retuvieron para matarlos y el caos se desató cuando la policía los rescató llevándolos a la comisaría. Luis Enrique Núñez Sánchez y Hermilin Paola Cerrón se encontraban realizando un trabajo de campo para la empresa “Cuanto”, cuando de pronto fueron maltratados con golpe e insultos por la enardecida turba.
Ambas víctimas temen represalias, pues al momento de ser interceptados les quitaron sus pertenencias y sus documentos de identidad. Debido al atropello vivido, ellos tomarán acciones legales. Por el momento, exigen el apoyo de las autoridades para lograr identificar a los que provocaron tremendo caos.