Tras el incendio que se registró el último miércoles en el centro comercial Larcomar de Miraflores, por primera vez, después de 18 años, el lugar más turístico de Lima, que recibía 500 mil visitantes al mes y casi un millón de turistas extranjeros al año, cerró sus puertas al público.
Un contingente de policías y personal de seguridad del establecimiento, impidieron el ingreso de los trabajadores y dueños de los 115 locales comerciales de Larcomar. Tampoco pudieron ingresar los dueños de los vehículos que se quedaron en el estacionamiento.
A un día de la tragedia, se conoció las dificultades que tuvieron los bomberos para llegar hasta la zona de la emergencia, en el sótano del exclusivo del centro comercial.
Por su parte, peritos de criminalista y agentes de seguridad del Estado, llegaron al lugar para investigar si el establecimiento contaba con las medidas de seguridad necesarias, y determinar si las salas de cine tenían sistema anti incendio.
