Tres delincuentes ingresaron a una oficina ubicada en el tercer piso de la galería Dubái del centro comercial Gamarra. Rápidamente se dispersaron por el área, uno de ellos fue a cerrar la cortina para que nadie pueda verlos mientras que el otro desconecta un CPU pensando que era donde se almacenaban las imágenes de las cámaras de seguridad. Confiados en que sus rostros no serían reconocidos iniciaron el robo.
Un sujeto forcejeó los cajones y revisó toda la oficina para llevarse los objetos de valor. En otro ambiente, otro de los hampones guardó dos laptops y otros dispositivos. Tras unos segundos, llegaron otros dos delincuentes, uno de ellos dejó ver su rostro por las cámaras de seguridad.
Las cámaras de seguridad serán determinantes para que las autoridades den el paradero de estos tres delincuentes.
