Un grupo de cuatro marcas le arrebataron el sueño a una empresaria al robarle 3000 dólares que usaría para ampliar su restaurante campestre. La madre y sus dos hijos llegaron a un banco de Carabayllo para retirar los ahorros de varios meses de trabajo, sin percatarse que venían siendo seguidos.
El atraco sucedió a la altura del kilómetro 17 de la avenida Universitaria. Fue interceptada por un auto dorado con cuatro delincuentes armados. Los marcas, golpearon a su hijo dejándolo tirado en el piso y le propinaron varios golpes a la madre.
Las víctimas sospechan de una complicidad entre el cajero y los delincuentes, ya que notaron un comportamiento extraño del trabajador al salir de la ventanilla.