Un joven licenciado del ejército identificado como Jorge Gómez, fue una nueva víctima de cuatro sujetos que le dispararon en venganza, puesto que se defendió cuando intentaron robarle su celular en la puerta de su casa en San Borja.
La víctima, tiene un hijo al que no podrá mantener en los próximos meses, pues no podrá trabajar como pintor de autos por el tiempo que demore su recuperación. Los doctores del Casimiro Ulloa, aún no deciden si sacarle o no la bala que se encuentra alojada cerca de su columna vertebral.
Jorge dice arrepentirse de haberle hecho frente a la delincuencia, y en su estado exige más seguridad para el país.