Los familiares del suboficial de tercera, Joel Sánchez Anaya (22), quien murió acribillado cuando iba a bordo de un patrullero en el distrito del Rímac, exigieron cadena perpetua para los responsables del crimen.
En una rápida acción, la policía capturó a dos de los delincuentes. Uno de ellos murió en un hospital, mientras que el otro sería condenado a 25 o 30 años de prisión por asesinato.
Pero la familia no acepta esa condena. Pide y exige que Abner Olivera Quijandría sea procesado como un miembro de una organización delictiva y así se le pueda dar cadena perpetua.