El presidente Ollanta Humala anunció a tres meses de su salida que la remuneración mínima vital aumentará a 850 soles a partir de mayo. Esta noticia inesperada fue criticada por diversos economistas. Para Carlos Adrianzén, es un acto hambriento de populismo.
El especialista indicó que esta última acción impulsa la informalidad, pues las empresas no contratarán a trabajadores a 850 soles, sino a un monto mejor y por lo bajo. Declaró que el actual gobierno termina con una deuda por la falta de inversión pública y la mejora en calidad educativa.
Según Adrianzén, esta medida causará daño en la memoria de su gestión, que según señaló, no tomó el bastión para encaminar la economía.