Los integrantes de la asociación de propietarios de la galería, ubicada en el emporio comercial de Gamarra, fueron a buscar a una ex administradora del edificio, a quien acusaron de haber mandado a matar al jefe de seguridad.
Movidos por el dolor y la indignación, los dirigentes responsabilizaron de la muerte de Ítalo a la antigua administración, liderada por Celina Díaz, por presuntamente pretender adueñarse de la tienda.
Celina Díaz, negó ser la autora intelectual del asesinato, también acusó a la actual administración, liderada por el empresario Vicente Díaz Arce de usurpar el cargo.