Al menos 31 personas murieron esta mañana y 70 resultaron gravemente heridas por la explosión de una bomba en el noroeste de Pakistan, escenario en los últimos meses de una espiral de violencia.
El atentado, el más grave de los últimos meses, tuvo lugar en una estación de miniautobuses situada en un mercado de la demarcación de Khyber, fronteriza con Afganistán.
Según testigos, la bomba estalló a las 10:45 hora local (05:45 GMT) en uno de los vehículos de transporte que se encontraba cerca de una gasolinera del distrito de Jamrud, y unas horas después el recuento mortal se elevaba a 31 muertos.
Las autoridades descartaron la posibilidad de que se trate de un ataque suicida y precisaron que el artefacto fue detonado por control remoto.