El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, y el presidente francés, Emmanuel Macron, protagonizaron un tenso apretón de manos el pasado sábado frente al Palacio del Elíseo, durante la reapertura de la Catedral de Notre Dame.
Este encuentro, que atrajo la atención de los medios, se desarrolló en un ambiente cargado de simbolismo y expectativas.
El apretón de manos, que recordó el famoso saludo prolongado entre ambos líderes durante el primer mandato de Trump, obligó a Macron a inclinarse hacia el presidente electo antes de que este lo soltara y entrara al edificio.
La escena fue capturada por las cámaras de prensa, que documentaron el momento de acercamiento entre los dos mandatarios.
Posteriormente, Trump y Macron se reunieron con el presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, en el mismo Palacio. Esta visita a París marca el primer viaje internacional de Trump desde su reelección en noviembre.
Antes de la reunión, Trump comentó: "Parece que el mundo se está volviendo un poco loco en estos momentos y hablaremos de eso", anticipando los temas delicados que abordarían en sus conversaciones.