Recientemente, Perú inauguró el megapuerto de Chancay, una de las obras de infraestructura más ambiciosas del país, que lo posiciona como un punto estratégico en el comercio marítimo entre América y Asia. Este proyecto no solo promete transformar las exportaciones peruanas, sino también consolidar la conexión comercial entre ambos continentes.
Sin embargo, la noticia no ha sido bien recibida en ciertos círculos internacionales, especialmente en el contexto latinoamericano y por parte del equipo de transición del próximo gobierno de Donald Trump. Mauricio Claver-Carone, asesor destacado de dicho equipo, ha propuesto imponer un arancel del 60 % a los bienes chinos que ingresen a Estados Unidos a través del nuevo puerto de Chancay.
Cabe recordar que este megaproyecto ha sido financiado en gran parte por el gobierno chino, de la mano con la empresa Cosco Shipping. Esta iniciativa no solo refuerza los lazos económicos entre Perú y China, sino que también evidencia la creciente influencia asiática en la región.
PIDE CALMA
Las declaraciones de Claver-Carone han generado una fuerte reacción por parte de las autoridades peruanas. El canciller Elmer Schialer instó a tomar con cautela dichas afirmaciones, subrayando la importancia de analizar cualquier medida que pueda afectar el comercio internacional y las relaciones bilaterales.