La crisis energética y económica que atraviesa Bolivia ha provocado largas colas de vehículos y protestas en las calles, evidenciando un profundo desabastecimiento de gas natural, un recurso crucial para la economía del país altiplánico.
Esta crisis es atribuida a la política energética nacionalista que, según el exviceministro de Energía y Minas, Pedro Gamio, careció de un planeamiento a largo plazo y se basó en estrategias populistas propias de los gobiernos de izquierda.
“Bolivia adoptó una estrategia populista en el manejo de sus recursos energéticos sin considerar las necesidades futuras”, explicó Gamio a Panamericana al cuestionar la falta de previsión en la estrategia de explotación de gas natural.
PREOCUPACIÓN EN LA REGIÓN
La situación está generando preocupación sobre una posible ola migratoria que podría llevar a un millón de bolivianos a abandonar el país. Esta situación recuerda a la crisis migratoria de Venezuela, que tuvo un impacto significativo en países vecinos, incluido Perú.