Las protestas acontecidas en Machu Picchu han desencadenado un escenario caótico para un gran grupo de turistas, en su mayoría chilenos, que buscaban explorar la maravilla del mundo sin anticipar la problemática que enfrentarían debido a un conflicto entre el gobierno peruano y los moradores locales, quienes tomaron las vías del tren.
Como resultado de estas acciones, cientos de turistas se vieron obligados a caminar largas distancias para llegar al distrito, experimentando contratiempos significativos en sus planes de viaje. Algunos de ellos han denunciado la falta de reembolso de sus pasajes y la pérdida de vuelos de retorno a sus países de origen.
Turistas chilenos, en particular, expresaron su frustración al verse en condiciones precarias, durmiendo en el suelo y enfrentando dificultades para conseguir alimentos debido a la huelga indefinida. La falta de comunicación y soluciones por parte de las autoridades ha generado un clima de incertidumbre entre los visitantes extranjeros.
Ante esta situación, se espera que las autoridades tomen medidas para resolver el conflicto y brinden asistencia a los turistas afectados.