Tras una semana entera de fuertes lluvias torrenciales en el sur de Brasil, las famosas Cataratas del Iguazú se desbordaron producto de las precipitaciones que se suscitaron en el Estado brasileño de Paraná.
Según diversos medios locales, la famosa cascada, situada en la frontera de Brasil y Argentina, habría aumentado el caudal de sus aguas hasta 10 veces más del promedio habitual. Las aguas del Iguazú alcanzaron unos 25 metros, un nivel al que no se llegaba desde hace 10 años.
Las autoridades del Parque Iguazú cerraron las principales áreas y puentes peatonales en el lado brasilero del río durante 1 semana por precaución. La famosa "garganta del diablo" también permanece inhabilitada hasta que la situación mejore.
