Este martes, en medio de más de un centenar de personas en las calles en la ciudad de Edimburgo, los restos mortales de la reina Isabel II de Inglaterra fueron retirados del interior de la catedral de Saint Giles en Edimburgo. A bordo de una carroza fúnebre, la reina ahora es trasladada en su viaje final hacia la ciudad de Londres, donde millones de británicos esperan para despedirse de su histórica reina.
Tras su llegada a Londres, el cuerpo de la reina será trasladado al castillo de Buckingham, donde permanecerá 5 días en cámara ardiente, hasta que el próximo lunes, 19 de septiembre, sea trasladado a la abadía de Westminster para la realización de su funeral de Estado.
Posteriormente, el féretro de la reina será trasladado al Castillo de Windsor, donde se encuentra la capilla de San Jorge, donde los restos de la monarca descansarán en compañía de los de su fallecido esposo, el príncipe Felipe de Edimburgo, lugar donde también yacen los restos de los padres de la reina.
GIRA DEL REY CARLOS III
De otro lado, Carlos III hizo su primera visita como rey a Irlanda del Norte, etapa más delicada de su gira por Reino Unido tras la muerte de su madre Isabel II. El nuevo rey dijo estar decidido a buscar el bienestar de este país. "Asumo mis nuevas tareas decidido a buscar el bienestar de todos los habitantes de Irlanda del Norte", prometió Carlos III en el castillo de Hillsborough, en el sur de Belfast.
