Lo que iba a ser un momento crucial en su vida terminó con una anécdota muy ocurrente. En los Estados Unidos, un joven deportista sufrió calambres en ambas piernas en el preciso momento en el que le estaba pidiendo matrimonio a su pareja.
El deportista en mención había terminado de participar en una competencia de Ironman, cuando procedió a inclinarse para pedirle la mano a su pareja, no obstante, la actividad que realizó previamente le jugó una mala pasada y terminó acalambrado en ambas piernas.
Final feliz
Rápidamente, sus compañeros se aproximaron para atenderlo, no obstante, en medio del cansancio y el dolor del calambre, el deportista continuó con la pedida de mano y le mostró a su novia el anillo de compromiso. Afortunadamente, todo acabó con final feliz luego que la novia le diera el tan esperado "sí, acepto".