Las calles de Bagdad, capital de Irak, volvieron a amanecer con un color ocre, luego que una nueva tormenta de arena azotara la capital iraquí, causando estragos en la población y daños materiales en gran cantidad de inmuebles.
Según las autoridades, este es el octavo fenómeno que ocurre en la capital en tan solo 1 mes. Gran cantidad de techos, autos y hasta muebles de viviendas quedaron cubiertos por una capa fina de arena. Asimismo, la visibilidad se vio perjudicada en la zona, obligando a que los aeropuertos cancelen sus vuelos.
Hospitalizados
Solo con lo ocurrido este lunes, aproximadamente 4000 personas terminaron hospitalizadas por problemas respiratorios a causa de la tormenta de arena. La población atribuye estos fenómenos al cambio climático y la falta de lluvias.
