En medio del conflicto entre Rusia y Ucrania, el ciclo natural de la vida continúa y a quienes llegan al mundo les toca vivir atrapados para ponerse a buen recaudo. Decenas de niños ucranianos recién nacidos no pueden ver a sus padres por la guerra entre ambos países.
Se ha registrado que un total de 21 bebés permanecen escondidos en un sótano ubicado en la ciudad de Kiev. Todos ellos nacieron por vientre de alquiler y solo las enfermeras se encargan del trabajo de crianza y alimentación de estos pequeños que recién llegaron al mundo.
Las enfermeras encargadas del cuidado de los pequeños trabajan día y noche sin descanso, una de ellas reveló la ardua labor que realizan para atender a los bebés y el poco tiempo de descanso que les queda durante el día.
"Antes hacíamos turnos, teníamos tiempo para descansar, pero ahora es difícil, nos quedamos con los niños durante todo el día. Tratamos de hacer siestas cortas, de intercambiar, pero hay muchos niños aquí y mucho trabajo por hacer, es duro de verdad", dijo.
