La ciudad de Génova, ubicada en la región de Ligura, se convirtió en la primera urbe italiana donde las personas podrán vacunarse contra la COVID-19 en farmacias.
En ese sentido, los primeros beneficiados con este acuerdo entre el Gobierno, las regiones y los farmacéuticos, serán los adultos mayores de entre 70 y 79 años.
Además, los trabajadores de los establecimientos recibirán seis euros por cada vacuna administrada. Cabe mencionar que las autoridades también han dispuesto cómo deben ser las instalaciones y las medidas para garantizar la seguridad de los presentes.