Las autoridades británicas decidieron en las últimas horas ampliar las restricciones en Inglaterra para frenar la rápida propagación que está teniendo una variante del nuevo coronanvirus.
Al menos 20 millones de personas nuevas entrarán a cuarentena desde este 31 de diciembre, lo que representa un 78% de la población aproximadamente.
La medida también contempla el cierre de comercios no esenciales en el país y la prohibición de reuniones privadas.