Para padres, maestros y alumnos el regreso a clases de más de 7 millones de estudiantes estadounidenses fue extraño. Las escuelas que decidieron abrir sus instalaciones siguieron los protocolos sanitarios para evitar posibles contagios del coronavirus.
Los estudiantes usaron mascarillas, fueron sometidos a controles de temperatura y en los salones hubo menos alumnos, sin embargo, los padres aún están preocupados porque los casos en el país siguen en aumento.
Debido al temor de decenas de padres, algunas escuelas aplicaron un sistema híbrido que combina educación a distancia con presencial varios días a la semana y otras optaron solo por clases virtuales.
En Estados Unidos se registran más de 6 millones 300 mil infectados por COVID-19 y los decesos sobrepasan los 190 mil.