La peregrinación anual a la meca que, cada año, congrega a millones de personas este 2020 es diferente debido a la emergencia sanitaria provocada por la pandemia del peligroso coronavirus.
En el primer día del Hash no hubo mareas humanas que giren constan mente alrededor de la Kaaba. Los peregrinos debieron usar mascarillas, respetar el distanciamiento social y someterse a estrictos controles de bioseguridad.
Solo 10 mil personas están autorizadas para realizar el Hash y todas deben hacerse una prueba PCR, además de permanecer en cuarentena antes y después de la peregrinación.
El gobierno de Arabia Saudita busca evitar más contagios, por eso también prohibió la participación de viajeros extranjeros. El rito religioso es uno de los cinco pilares más importantes del islam que todo musulmán debe realizar una vez en su vida si sus condiciones física y económicas se lo permiten.