Los incendios forestales que golpearon a Australia no solo dejaron pérdidas materiales, sino también humanas y silvestres. Tal es el caso de los koalas, quienes sufrieron una reducción de su población.
Tras estos siniestros, hace poco nació una koala que ha sido llamada Ash, que significa ceniza en inglés. Su nacimiento abre una luz de esperanza para el futuro de la especie.
Esta pequeña marsupial llegó a este mundo en el Australian Reptile Park, un santuario donde también habitan otras especies como demonios de Tasmania y canguros.