El lugar de oración más sagrado del judaísmo reabrió sus ingresos tras varias semanas de confinamiento, debido a la pandemia del coronavirus que golpea duramente a decenas de países en el mundo. Los fieles regresaron con mascarillas y respetando el distanciamiento social para evitar posibles contagios del COVID-19.
Según las nuevas reglas establecidas, solo está permitido el ingreso de 300 visitantes al lugar sagrado. El lugar donde antes se congregaban miles de feligreses durante sus festividades más importantes, ahora también se medirá la temperatura de quienes ingresen, y se tomarán los datos personales para un posible seguimiento en caso que se reporten infectados por el virus.
El país no se detiene en la búsqueda de una cura o tratamiento para la enfermedad. El Instituto de Investigación Biológica anunció que, logró un avance significativo en la búsqueda de anticuerpos contra el coronavirus. De acuerdo a los estudios realizados, el anticuerpo creado a partir de plasma de pacientes y animales recuperados, ataca y neutraliza al temible virus en el cuerpo del enfermo.