Boston Lee Loechler, cineasta de profesión, tenía claro que el momento para pedirle matrimonio a su novia debía ser único.
El hombre se pasó seis meses editando y trabajando con una ilustradora en una versión muy especial del clásico de Disney, ''La Bella Durmiente'', película favorita de su pareja. Finalmente, la invitó al cine.
Tal y como se ve en el video, Loechler se editó a sí mismo y a su futura prometida en el filme de dibujos animados. Para llevar a cabo la escena el novio alquiló una sala de proyección de un cine, además, la gente del local le hizo unas entradas falsas engañando a su novia para que lo invitara a lo que ella creía que sería una proyección normal.
La respuesta a esta romántica y creativa propuesta de matrimonio fue "sí". En la sala de cine acudieron familiares y amigos de la pareja.