Cuarenta y cuatro años después de su muerte, el dictador de España Francisco Franco Bahamonde fue exhumado hoy del mausoleo donde estaba sepultado, muy cerca de la ciudad de Madrid.
Sus restos fueron retirados del Valle de los Caídos y reinhumados en una cripta familiar en el madrileño cementerio de El Pardo-Mingorrubio, donde yace su esposa, Carmen Polo.
Es una “gran victoria de la dignidad, de la memoria, de la justicia, de la reparación y, por tanto, de la democracia española”, dijo el presidente del gobierno, Pedro Sánchez.
El jefe de Estado había prometido la exhumación para el verano de 2018. Pero se retrasó por la batalla judicial lanzada por la familia del dictador, que dirigió España entre 1939 y 1975 tras impulsar un golpe de Estado contra la II República española e imponerse en la Guerra Civil (1936-1939).
La oposición, tanto de derecha como de izquierda, acusa al líder del PSOE de utilizar este traslado para conseguir réditos electorales a poco más de dos semanas de los comicios del 10 de noviembre, a los que llega en una situación comprometida por la semana de disturbios violentos en Cataluña.