En Colombia, en un control policial en mitad de la carretera que conecta Pamplona con Cucuta, los agentes encontraron en el interior de los dos ataúdes, que transportaba una carroza fúnebre, más de 300 kilogramos de marihuana perfectamente empaquetada.
La policía de la región colombiana de Santander retuvo entonces el vehículo y el conductor fue arrestado, acusado de tráfico de drogas. Se suponía que en este ataúd, debía estar descansado el cuerpo de alguien sin vida, pero lejos de encontrar un muerto, lo que la policía colombiana descubrió la ilegal mercadería.
Al parecer el ingenio de los narcotraficantes en ese país, es realmente sorprendente.
