Minutos antes de morir abatido por un francotirador de la Policía, el secuestrador de un bus con 37 personas en Brasil, dijo que cometió el acto para “entrar a la historia”.
Como se recuerda el hombre identificado como William Augusto da Silva, de 20 años, y con antecedentes criminales, secuestró un bus que transportaba pasajeros entre el municipio de Sao Gonçalo, en la región metropolitana de Río de Janeiro.
El gobernador de Río de Janeiro, Wilson Witzel, reveló que da Silva estaba "perturbado mentalmente" y eso no dio tregua para prolongar la negociación de su rendición. Según relataron los rehenes, el secuestrador parecía desorientado y exigía 30 mil reales.