En Corea del Sur, una joven fue rechazada en la industria del modelaje por estar "gorda". Con tan solo 58 kilos y 1.68 de estatura, esta mujer tuvo que enfrentar los estereotipos de belleza que manejan las empresas de moda.
“A veces la forma de mi cuerpo es un obstáculo para conseguir trabajo” confiesa, “La última vez un cliente me preguntó ¿cuánto pesas? y yo le dije, sinceramente 58 kilos y mido 1.68, pero él me dijo que necesitaba perder todo el peso posible antes de una sesión de fotos”.
Luego de que le dijeran eso, decidió alejarse de ese mundo, uno que “no está hecho para ella”, y dio un cambio a su vida. Comenzó a subir videos a través de las redes sociales sobre cómo llevar una vida sana, deporte y maquillaje con los que se hizo rápidamente popular.
Luego de convertirse en una reconocida influencer, varias marcas la han llamado para que sea la cara de sus productos, sin embargo ha rechazado las propuestas y continúa creciendo por sus propios medios.