En pleno Domingo de Pascua, una serie de atentados contra iglesias y hoteles conmocionó a la población de Sri Lanka y al mundo.
Con el pasar de los días la cifra de víctimas mortales aumentó a 321, de los cuales 45 son menores de edad. Por su parte, las familias ya han iniciado los entierros de sus seres queridos.
En tanto, el Estado Islámico asumió la autoría de esta masacre. Al respecto, las autoridades no descartan que este hecho responda a una venganza tras los ataques de Christchurch contra dos mezquitas, en Nueva Zelanda.