En Francia, tras cinco meses de movilización, miles de “chalecos amarillos” salieron a las calles en el 23º sábado consecutivo de protestas, dando lugar enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y los manifestantes. La policía de París se enfrentó a los manifestantes con granadas de dispersión y gases lacrimógenos en un gran bulevar del centro de la capital, entre las plazas de la Bastilla y de la República de la capital.
A media jornada, la policía había detenido a 189 personas en París y había practicado más 17.500 controles preventivos, según la policía.
Según el recuento de las autoridades fueron unos 27.900 “chalecos amarillos” los que se manifestaban en Francia, de los cuales cerca de 9 mil se manifestaron en París.