Un gran incendio consumió uno de los templos más antiguos de la religión católica, la catedral de Notre Dame, en París.
La estructura, que se prendió en fuego la tarde de este lunes, es uno de los atractivos turísticos más visitados en Europa y el mundo. Su construcción empezó en 1163 y fue culminada 109 años después, en 1272.
La arquitectura de esta joya gótica fue idea del obispo de París para el año de 1160, Maurice de Sully, quien planteó construir una catedral con el estilo de la época y la cual contó con el respaldo del rey Luis VII.
La catedral tiene una superficie de 5 mil 500 metros cuadrados, cuenta con 75 columnas y para su estructura de madera usaron 1 mil 300 robles, lo que equivale a 21 hectáreas de bosque; la altura de las torres es de 69 metros y la de la aguja alcanza los 96 metros.
Los maestros que se encargaron de su realización fueron Jean de Chelles, Pierre de Montreuil, Pierre de Chelles, Jean Ravy, Jean the Bottle. Su nombre significa Nuestra Señora, en referencia a la Virgen María y fue inscrita en 1991 como Patrimonio Mundial de la Humanidad.
Durante el tiempo, la catedral fue escenario de grandes acontecimientos, el más recordados se dio el 2 de diciembre de 1804, cuando se realizó la coronación de Napoleón Bonaparte. Notre Dame también fue el lugar donde el papa Pío X beatificó a Juana de Arco el 18 de abril de 1909 y en diciembre de 1431 se realizó la coronación del rey Enrique VI.
La estructura ha resistido grandes y sangrientos episodios bélicos, como la Guerra de los Cien Años, la Revolución Francesa y las dos Guerras Mundiales.
En sus ochos siglos de historia, la infraestructura ha requerido mantenimiento constante, esto a medida que su estructura se inclinaba o perdía su color.
Como parte del emblema que significa, en 1831, Víctor Hugo escribió la novela "Nuestra Señora de París", la cual cuenta la historia de Quasimodo y su amor por una gitana llamada Esmeralda. Esta obra literaria fue llevada al mundo de la animación por Disney en su película "El jorobado de Notre Dame" de 1996.
Actualmente se estaban realizando obras de restauración, con un costo estimado de 6 millones de euros, que debían prolongarse hasta 2022. La famosa joya arquitectónica recibía cada año más de 15 millones de visitantes, lo que la convertía en la más visitada de Francia.