Una agente policial dejó encerrada al interior de su vehículo a su hija de apenas tres años para mantener relaciones sexuales con su jefe, y lamentablemente cuatro horas más tarde la pequeña murió asfixiada.
El caso se remonta a setiembre del 2016 en California, Estados Unidos; sin embargo, la mujer, quien responde al nombre de Cassie Barker, lamentó lo sucedido y se declaró culpable ante las autoridades.
La policía solicitó hasta 20 años de prisión para la mujer. En tanto, el padre de la niña pidió justicia para su hija.