Tras los atentados terroristas contra dos mezquitas, donde alrededor de 50 personas fallecieron, cientos decidieron rendirle un emotivo homenaje a las víctimas a través de la famosa danza maorí llamada ‘haka’.
Por su parte, la primera ministra del país, Jacinda Ardern, manifestó que luego del tiroteo las cosas serás las mismas, pues anunció que endurecerán las leyes sobre el control de armas.
Además, las autoridades neozelandesas indicaron que compartir los videos de los ataques por redes sociales será considerado un delito, tal y como ocurrió con un joven, quien se enfrenta a 28 años de prisión por difundir imágenes del tiroteo.
Por su parte, la familia de Brenton Tarrant, autor del atentado, señalan que él merece la pena de muerte. Todo lo contrario ocurre con algunos sobrevivientes, quienes afirman perdonarlo.
Aunque se ha ganado el repudio mundial, hay quienes parecen justiciar su actuar como el senador australiano ultraderechista Fraser Anning, quien recibió un huevo en la cabeza tras culpar a la inmigración musulmana de la masacre.
Polémica también levantó el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan luego de reprochar a occidente por no referirse a terrorismo cristiano para referirse al ataque a las mezquitas.
