Las prolongadas lluvias en el extremo norte chileno dejaron seis muertos, un centenar de casas destruidas, minas paralizadas y cortes de rutas y agua potable, informó la Oficina Nacional de Emergencia de Chile. Hay más de 150 damnificados por las intensas precipitaciones.
Las lluvias han afectado desde la semana pasada las regiones de Arica, Tarapacá, Antofagasta y Calama. El lodo arrastró vehículos y causó daños en las estructuras, como el colapso del techo de una fundición.
Especialistas aseguran que las lluvias son particularmente inusuales en ese árido sector, y por ende, causaron inundaciones, crecidas de ríos y desbordes.
