Descubriendo la imagen del niño Jesús y besándolo, el papa Francisco inició la Misa de Gallo, que conmemora el nacimiento del hijo de Dios. En su homilía denunció las paradojas de la vida especialmente el despilfarro en la Nochebuena.
"Una insaciable codicia atraviesa la historia humana, hasta las paradojas de hoy, cuando unos pocos banquetean espléndidamente y muchos no tienen pan para vivir", puntualizó.
El papa argentino aseguró que los alimentos que el mundo necesita, son el amor y la caridad y no los que otros pretenden.
Al finalizar el papa invitó a la reflexión a sus fieles, cuestionándose si son necesarias tantas cosas para vivir, en lugar de optar por una vida sencilla.