En Francia se registraron decenas de disturbios, no solo en la capital sino en otras ciudades como Toulouse o Burdeos, en estos lugares el fuerte despliegue policial no evitó que volvieran a repetirse escenas de violencia, detenciones y graves destrozos.
Durante los incidentes decenas de personas resultaron heridas, como la registrada tras una explosión, se registró salir a un manifestante gritando, luego que perdido la mano al coger una granada lacrimógena explosiva lanzada por las fuerzas de seguridad.
En las calles de París el despliegue policial, y las detenciones preventivas, tampoco impidieron los saqueos. Escaparates destrozados y tiendas convertidas en ‘autoservicio’ fueron las consecuencias de una nueva jornada de violencia en el que el vandalismo se infiltró en el movimiento de protesta.