El príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohammed bin Salman, catalogó el crimen del periodista Jamal Khashoggi, ocurrido en el consulado de su país en Estambul (Turquía), como “dolorosa para todos los saudíes”.
Asimismo, precisó que prevalecerá la justicia a pesar que las principales sospechas del asesinato recaen en hombres cercanos a él.
Por su parte, gobernantes de otras partes del mundo se pronunciaron por lo acontecido contra el periodista turco. Uno de ellos fue Hasan Rohani, presidente de Irán, quien sindicó de este hecho a Arabia Saudita. En tanto, el mandatario español Pedro Sánchez, pidió una investigación a fondo, sin embargo, apoyó la venta de armas al gobierno saudí en defensa de los intereses de su país, según detalló.
