Nuevamente la naturaleza golpea duramente a esta parte del mundo. Luego de un terremoto de 7.56 grados en la escala de Richter que remeció a Indonesia, un devastador tsunami arrasó con todo en la ciudad de Palu. La corriente no perdonó a nadie y se llevó casas, vehículos y personas.
En este momento de tragedia también surgen los héroes como Anthonius Gunawan, un controlador aéreo de 21 años que no abandonó su puesto en la torreta de control hasta que el avión que estaba controlando despegó. Luego de ello, la estructura se vino abajo.
La devastación causada por el terremoto y el tsunami aún son visibles en los alrededores. Hasta el momento, miles han sido evacuados mientras los equipos de rescate siguen trabajando en las zonas del desastre para encontrar sobrevivientes.
La cifra oficial de fallecidos asciende a 1200 y se teme que continúe aumentando con el pasar de las horas.
