Según la cadena estatal NHK, el tifón Jebi, el más poderoso en llegar a Japón en 25 años, dejó muerte y destrucción principalmente en la zona oeste del archipiélago. El fenómeno produjo vientos que superaron los 200 kilómetros por hora, que arrasó con todo a su paso.
Al menos siete personas murieron y más de 200 resultaron heridas, en accidentes causados por las rachas de viento, las cuales arrancaron techos y las fachadas de numerosos edificios en ciudades como Kioto u Osaka, y voltearon centenares de autos, camiones y ómnibus.
Asimismo, el oleaje desencadenado por el tifón Jebi provocó que el nivel del mar se elevara en 2,4 metros en la Bahía de Osaka, donde se encuentra el aeropuerto internacional de Kansai, que resultó inundado y su infraestructura seriamente dañada.
