Un hombre de voluminosa figura se animó a recorrer las calles a bordo de una tina, la cual había sido amarrada con una soga a un vehículo en marcha.
Durante el trayecto el sujeto no dudó en realizar varias actividades, como acudir a un restaurante de comida rápida para comprar una bebida y una hamburguesa.
Pero de igual manera aprovechó su momento a bordo de la tina para bañarse mientras peatones y conductores observaban la peculiar actividad.