El estallido de una tubería subterránea de vapor de 86 años en Nueva York, Estados Unidos, provocó un cráter de unos seis metros y una inmensa columna de vapor que podía verse a distancia.
Afortunadamente el incidente que ocurrió a tempranas horas de la mañana, a una cuadras del icónico edificio Flatiron, dejó sólo a 5 heridos con lesiones menores, pero generó un gran caos vehicular.
Las autoridades operan con precaución por la posible presencia de asbesto, cuya inhalación prolongada puede ocasionar cáncer.