Comunidad internacional no reconoce que Nicolás Maduro celebre su reelección como presidente de Venezuela, evento que ganó con el 68% de votos en medio de comicios marcados por una baja participación que apenas alcanzó el 46% y múltiples denuncias de fraude.
EEUU calificó de farsa los comicios e impuso nuevas sanciones económicas con las que limita la compra de deuda y activos públicos venezolanos en territorio estadounidense. Por su parte, España y la unión europea anunciaron que tomarán medidas oportunas, y el Reino Unido exigió la restauración urgente de la democracia.
Pese a la poca aceptación, Maduro, quien gobernará Venezuela hasta el 2025, aseguró que se dedicará a atacar los problemas económicos que enfrenta el país.