En Suiza, David Goodall, el científico australiano de 104 años que viajó para someterse a un suicidio asistido falleció este jueves, según informó Eternal Spirit (Espíritu eterno), la fundación suiza que le ayudó a cumplir su último deseo.
Goodall no había conseguido que le aplicaran la eutanasia en su país porque no sufría ninguna enfermedad terminal. Sin embargo, el científico insistió en que su calidad de vida se había deteriorado mucho y que no quería vivir de esa manera.
Cabe señalar que el laureado ecologista y botánico explicó el mes pasado que la clave de su decisión fue la disminución en su capacidad de valerse por sí mismo.