En Gales, tras protagonizar una pelea en las puertas de una discoteca en Newport, un joven de 18 años aceleró su vehículo y luego retrocedió sobre las personas arrolladas, dejando al menos cuatro heridos y dos en grave estado. En las imágenes captadas por testigos del hecho se observa cómo el sujeto busca abrirse camino entre la multitud congregada afuera de la discoteca, sin importar a cuántos atropella, y acelera violentamente.
Tras el incidente el conductor fue arrestado por la policía que descartó que este incidente fuera producto de un atentado terrorista.
Posteriormente, el auto que atropelló a las personas fue hallado en llamas, a unos 3,2 kilómetros de distancia del lugar del incidente. Cuando apagaron las llamas, el vehículo ya estaba totalmente destruido.