Pese a la minoría católica en el país asiático Myanmar, el Papa Francisco oficio una misa multitudinaria frente a decenas de miles de fieles. En su mensaje, el Pontífice se refirió a la ola de violencia que azota dicho país. “Se que muchos en Myanmar sufren las heridas de la violencia, heridas tanto visibles como invisibles, sin embargo el camino de la venganza no es el camino de Jesús” señaló el papa en su homilía.
Las palabras del sumo Pontífice llegaron a más de 150 mil feligreses birmanos y de otros países como Tailandia, Vietnam o India. La misa se celebró en lenguas como el latín , inglés y birmano. La población de Myanmar es de 51 millones de habitantes donde la mayoría es budista, apenas un 1% se declara católico.